Islas Cíes: Es el tesoro de Vigo. Estas tres islas Monte Agudo, O Faro y San Martiño conforman el Parque Nacional Marítimo-Terrestre que los romanos conocían como las islas de los dioses por su enorme belleza. Monte Agudo y O Faro están conectadas por la playa de Rodas, paradisiaca como pocas y considerada una de las mejores playas del Mundo. Cíes forma parte del Parque Nacional Illas Atlánticas: un paraíso de playas de aguas cristalinas, con una gran riqueza natural de flora y fauna. En las Cíés puedes disfrutar de sus playas, practicar senderismo y bucear. Para visitar las Cíes te puedes plantear hacer una excursión de un día en barco o, si lo prefieres, pasar un fin de semana de acampada. Debes reservar con antelación tanto barco como permisos ya que estamos en un parque natural y hay limitación de visitantes.
Ostras de a Pedra: Conocida como “la calle de las ostras”. No puedes venir a Vigo sin pasar por esta vía llena de puestos y restaurantes, donde se pueden saborear todo tipo de ostras, mariscos y pescados que se recogen en la propia ría. La tradición manda así que los moluscos se compran directamente a las ostreras. Lo suyo es acompañar el marisco con vino blanco, por supuesto, albariño con denominación de origen de las Rías Baixas.
Porta do Sol: Es el punto en el que se unen el casco antiguo de la ciudad con las principales avenidas comerciales de la urbe y el puerto. Aquí te toparás con El Sireno, una escultura mitad pez, mitad hombre, de Francisco Leiro, que representa la unión del hombre con el mar. Una característica de la que Vigo presume.
El Monte de o Castro: Una de las singularidades de Vigo es esta montaña en plena ciudad. Punto del primer asentamiento de sus pobladores entre los siglos III y II a.C y uno de los mayores parques de la ciudad. Si deseas tener la mejor vista posible de la ría y de Vigo estás en el sitio adecuado, así que no olvides llevar bien cargada la cámara y el móvil. La joya de O Castro es su Castillo amurallado con sus jardines y su mirador. Puedes acceder a lo alto de la colina a pie. Pendiente pronunciada, pero tienes el aliciente de disfrutar de espectaculares vistas a medida que asciendes. También tienes la opción de subir en vehículo.
Playa de Samil: Es la mayor playa de Vigo con más de un kilómetro de largo y la ideal si viajas con niños. Totalmente equipada con diferentes zonas recreativas y lúdicas, goza de una espectacular belleza y su entorno la hace perfecta para observar la puesta se sol con el marco incomparable de las Islas Cíes al fondo.
La Lonja: La Lonja de Vigo es famosa por mover gran parte del pescado y marisco que se consumen en España y Europa. Es una de las visitas importantes en la ciudad, pero si quieres ser testigo del agitado proceso de las subastas tendrás que madrugar. Te recomendamos consultar en la oficina de Turismo esta posibilidad.
Barrio de Bouzas: El barrio marinero de Vigo por excelencia. Sus elementos históricos y sus calles empedradas le dan un toque muy carismático. En el barrio de Bouzas podrás disfrutar del comercio más tradicional con su mercado de abastos y si tienes la fortuna de visitarlo un domingo por la mañana, en la plaza de La Alameda, te encontrarás con su habitual mercadillo. Desde el punto de vista gastronómico, Bouza aúna establecimientos de comida tradicional con locales de diseño para ir de tapeo. Y si después de comer nos hemos pasado con la cantidad, que mejor que disfrutar de su paseo marítimo, así aprovechamos a quemar esas calorías de más. Otra opción, es la visita a la iglesia parroquial levantada sobre una roca en el siglo XVI y reedificada un siglo después. Por cierto, si por casualidad vienes a Vigo en el mes de Julio pregunta por la Fiesta de la Cocina Marinera, lo pasarás en grande.
Calle de Príncipe: La calle comercial por excelencia de Vigo, esa vía donde tiemblan las carteras. Las firmas gallegas e internacionales más destacadas se distribuyen a lo largo de la vía, en la que podrás encontrar de todo: moda, calzados, complementos, joyerías, cafeterías, restaurantes, etc. Como curiosidad señalar que antiguamente, se unía con la carretera que llevaba a Madrid. Una vez en esta calle aprovecha y visita el mercado tradicional de O Progreso, que te ofrece la oportunidad de adquirir el pescado fresco.
Puente de Rande: Puente atirantado que cruza la ría de Vigo. Esta obra de ingeniería forma parte de la autopista del Atlántico y es una de las señas de identidad de Vigo. Merece la pena cruzarlo en coche ya que te brinda interesantes vistas de la isla de San Simón, las Cíes y de la majestuosa Ría de Vigo. De noche es un placer admirarlo.
Parque de Castrelos: Conocido como Finca de la Marquesa. Es el parque más grande de Vigo y el auténtico pulmón de la ciudad. En este, se encuentran jardines históricos de estilo francés e inglés. El parque, atravesado por el río Lagares alberga el Museo Pazo Quiñones de León. Castrelos es, además, un parque para practicar deporte y un lugar de disfrute de los más pequeños de la casa, gracias a su gran parque infantil.
Estadio de Balaídos: Muy próximo al parque de Castrelos se encuentra la casa del Real Club Celta de Vigo. Además de admirar el estadio, la zona está llena de bares y restaurantes típicos por si quieres hacer una paradita antes de continuar visitando la ciudad.